Esta va a ser una entrada sin previa planificación. Simplemente, la escribo porque me encuentro ahora mismo, las dos menos diez del seis de diciembre, tumbado en mi cama y sin muchas ganas de dormir. Así que me he dicho a mí mismo: "qué demonios, vamos a escribir una entrada". Y aquí la tenéis.
No sé porque no quiero dormir. Sí, el sueño me está empezando a entrar, pero igualmente, no quiero. ¿Será porque está lloviendo? Lo dudo, porque siendo francos, sería una razón muy estúpida para no dormir. Que no tiene relación, vamos. Sería como decir "tengo hambre, voy a ponerme un jersey". Pues no, porque a no ser que te comas el jersey... Que tampoco, porque seguro que el jersey hace bola, y para tragar eso uno tiene que salivar mucho.
Así que no me queda otra que quedarme mirando fijamente a la pantalla de mi pequeño portátil, contestando muy de vez en cuando al Messenger, nuevos tweets, o cualquier página, como la de la Universidad. Sí, no sé por qué tengo esa manía, pero muchas noches decido que es el mejor momento para mirar la página de la Universidad. Casi nunca hay algo que me interese, pero digo yo que será un hábito adquirido o algo por el estilo.
También pienso en mis cosas, por supuesto, sino no sería una persona. Pero se diferencian los temas entre los que me debato. Primero están los temas académicos: que si cómo me organizo el estudio, cuándo empiezo los dos libros que me quedan por leer para dentro de dos semana, a qué presentación de libro voy para el trabajo. Por otro lado, los sentimentales: que si el amor (forever alone y esas cosas), los amigos, mi timideishon, etc, etc. Y creo que ya. Después temas random como la situación económica, por ejemplo.
Pero bueno, no tengo mucho más que decir. No sé que voy a hacer ahora. Supongo que seguiré un ratillo, y si finalmente no encuentro nada que me agrade, pues dormiré muy a mi pesar.
Por su parte, esta entrada saldrá mañana. Básicamente por temas de que alguien me lea. Así que ale, buenas noches :).
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