9 de octubre de 2010

La nueva princesa

Las cosas en el Castillo de Bowser no andaban muy bien en los últimos tiempos. Todos los esbirros actuaban mal, sin ganas, haciendo su trabajo de manera poco efectiva. Además, no había maldades que hacer. Y si las había, consistía en repetir una y otra vez lo que ya había ocurrido en el pasado.

Además, resultaba inútil intentar secuestrar por enésima vez a la princesa Peach. La princesa ya no ofrecía resistencia alguna: en una ocasión, llegaron a encontrársela con unas esposas ya puestas en la puerta del castillo, silbando y contemplando las nubes. E incluso en el caso de secuestrarla, esta vez no habría diversión: Mario estaba sacándose las oposiciones de Derecho. La fontanería ya no resultaba un atractivo en el Reino Champiñón. En su lugar, ahora lo que estaba de moda poner demandas. Estas demandas habían provocado, por ejemplo, que Yoshi fuera encarcelado por robo de fruta y su siguiente ingesta, o numerosos Boo, que habían causado más de un susto.

Por tanto, Mario, estaba demasiado ocupado estudiando como para ir a rescatar a una princesita que lo único que le ofrecía como recompensa era una triste tarta. Bowser pensó qué, aunque no fuese Mario, siempre podría ir Luigi, el eterno segundón. Pero Luigi tampoco estaba por la labor. Estaba demasiado enganchado a Ascodevida.com , y una vez que lo lees ya no puedes parar.

Todo parecía ir de mal en peor, hasta que una mañana, mientras Bowser echaba un vistazo a la prensa (como titular, "Daisy: 'No tengo nada que ocultar: tengo una frutería'") uno de sus empleados, un Koopa, entró en su despacho.

- ¡Se... señor Bowser! -gritó el Koopa, mientras recuperaba la respiración.
- ¿Qué quieres? Sabes que no te voy a aumentar el sueldo. La semana pasada te pillamos robando las lámparas del calabozo.
- ¡Es que no tengo! Pero esa no es la cuestión, es algo mucho mejor... ¡tenemos un nuevo rehén!
- ¿Cómo? -dijo Bowser, atónito- Pero será alguien importante... ¿verdad?
- Bueno, nosotros no la conocíamos muy bien, pero dice ser una princesa.
- ¡Una princesa! ¡Esto es magnífico! -se levantó rápidamente y salió de su despacho.

Bowser comenzó a preguntarse a sí mismo: ¿qué tipo de princesa sería? Siempre había querido conocer a la princesa Zelda, pero Ganondorf siempre la tenía cautiva. Por otra parte, esperaba que no se tratase de una princesa Disney. Algunas eran especialmente pijas, y en ocasiones, rematadamente tontas. En una ocasión Ariel, la sirenita, declaró a unos reporteros que seguía muy de cerca la carrera de Kirby, pero que nunca había jugado a ninguno de sus juegos.

Finalmente, llegó a la sala dónde le habían indicado que estaba la princesa cautiva. Su primera impresión fue que debía de tratarse de una princesa de poca monta: llevaba un chándal en lugar de un traje super caro, como solía ser normal en las princesas. Nada más entrar la princesa habló, lo que le indicó que, efectivamente, era una princesa bastante cutre:

- ¿Pero dónde me habéis metido? Que estaba comprando en el Carreflús y de repente me vienen estas dos trotugas y me cogen de la sobaquera, asín, sin decirme nanai...
- Pero... -Bowser se había quedado en la puerta, sorprendido- ¿esta es la princesa?
- ¿Y tú quién eres, eh?
- Yo me pregunto lo mismo, ¿quién eres tú?
- Pero que fuerte, ¿cómo que quién soy? Pues soy la princesa del pueblo, la Esteban.
- ¿... Qué? -a Bowser le cambió la cara y se dirigió a los Koopas- ¿Pero qué demonios me habéis traído? ¡Nosotros sólo capturamos princesas, no a una cualquiera de la calle!
- Oye, perdona, pero yo soy muy famosa, que salgo en el Sálvame, ¿me entiendes?
- ¡Como si sale en la teletienda, me la trae al pairo!
- ¡Oye, mira, yo no sé dónde está el pairo ese, pero si sólo capturáis a gente famosa habeís elegido genial, ¿vale?!
- Por favor, llevárosla...
- ¡Yo no me muevo de aquí, ¿me entiendes?! ¡Ni siquiera me habéis puesto un platito, por dios!
- Eh, Señora Esteban... -dijo uno de los Koopas.
- ¡Señorita!
- Eh, sí, claro... Le hemos traído unos pinchos de tortilla de patatas...
- ¡Pero ni siqueira me habéis traido unos tupers para la Andreíta! Y además, no le habéis puesto cebolla... ¡Y yo por la cebolla ma-to!
- Mire, señora, sí, SEÑORA -le dijo Bowser, interrumpiendo a Belén antes de que puediese rebatirle- Usted no pinta nada aquí, nuestras princesas tienen que tener como mínimo la ESO.
- ¡Yo no tendré la ESO, pero sé todo lo que hay que saber de la calle!
- ¡Váyase de una maldita vez!

Finalmente, tras una dura discusión, Belén Esteban fue expulsada del castillo de Bowser. A los pocos días contó su historia en Sálvame. A nadie le interesaba la historia, pero verla gritar era una suficiente razón para aplaudirla. Todo miembro del castillo de Bowser se negó a acudir al plató, ni a ese ni al de DEC. Un Koopa estuvo tentado de ir, pero como se jugaba su puesto, finalmente no acudió.

Lo más curioso de esto es que, poco después, tras el incidente "Esteban", el número de princesas que se mostraban disponibles para ser secuestradas aumentó notablemente. Pese al sufrimiento que supuso soportar a semejante personaje, al menos, había tenido un efecto positivo para la empresa. Eso sí, las nuevas princesas ahora ya tenían hasta el Bachillerato, así que se podía mantener una conversación inteligente con ellas, algo que no había pasado en años.

1 comentario:

  1. Que lol Borja xDDDD A saber como se te habrá ocurrido esto xD La Esteban levantó el castillo de Bowser antes de que Mario los declarase en bancarrota

    "¡Pero ni siqueira me habéis traido unos tupers para la Andreíta!" esto fue buenisimo xD

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